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viernes, 30 de agosto de 2013









FUENTE DE LOS TRECE CAÑOS

La fuente de los 13 caños es el símbolo de Albalate de Zorita, no olvidemos que su nombre “Al- balat” significa camino en árabe y los caminantes romanos, árabes, visigodos, paraban en esta caudalosa fuente para beber y descansar, por lo que se cree que entorno a este lugar de paso, nació el pueblo, por lo que se podría decir que este nacimiento de agua dio origen a esta villa.


Tal cual hoy la conocemos, la “Fuente de los trece caños”  se trata de una fuente renacentista, obra de Bonifacio de la Sierra del siglo XVII de sillería caliza, con un fuerte muro de sillería. Cuenta en la parte central con un descriptivo blasón que recuerda el hallazgo de la Santa Cruz, con la inscripción “hallo la Santa Cruz el perro año 1514 a 27 de septiembre”, de este muro surge un gran caudal de agua que fluye  a través de 8 caños de cabezas leonadas, y perrunas  esculpidas en piedra.



La forma de encauzar estos nacimientos siempre se les había otorgado a los árabes, ya que eran unos expertos en todo lo concerniente al agua y su aprovechamiento. Sin embargo recientemente, estando abiertas estas galerías al público, unas arqueólogas, al ver que una de ellas desemboca en un cubo, determinaron que posiblemente fueran de origen romano. Sin un estudio previo a fondo no se puede aseverar cual es el verdadero origen de esta fuente, aunque se baraja la posibilidad  de que sobre un aljibe romano los árabes la hubieran ampliado.
Se piensa que dos de las cuatro cabezas humanas que decoran actualmente los caños, son más antiguas, y se aprovecharon  de la  fuente medieval sobre la que se construyó la actual.


En el siglo XIX tuvo lugar la última reforma, el encargado de la misma fue Diego Leoncio Urquiza Vertucea nació en Berriatua (Vizcaya) en 1852 y murió en Albalate 1922. Cantero de profesión, vino a trabajar a la obra de la carretera comarcal, y fue quien realizo todo el trabajo de cantería. Se le encargó hacer el escudo central con la imagen de la Santa Cruz, así como dos pilones, los cuales se construyeron con fines  domésticos, uno a cada lado de la fuente, el de la fachada principal con dos simples aberturas por donde mana el agua, y en la parte trasera un pilón que hace la función de pila, encima de esta ampliación un adorno en forma de media luna. También empedró todo el hueco que va desde la fuente al pretil y se encargó de realizar todo el vallado.





En la parte trasera hay un gran pilón con dos caños, antiguamente se usaba como abrevadero para los animales. Tras realizar el alcantarillado y pavimentación de las calles, el pilón se quedó a ras del suelo. Actualmente no tiene ningún uso, pues los animales que se tenían para las labores del campo, hoy en día han sido sustituidos por máquinas.


De la obra de ingeniería y arquitectura para la recogida del agua no se tienen datos fiables de la época a la que corresponde.

Esta fuente se alimenta de varios nacimientos de agua por medio de dos galerías con forma de bóveda de medio cañón. Ambos confluyen en una galería que va directamente a un habitáculo cuadrado, desde el cual sale otra conducción que va directamente al edificio de la fuente.


Hasta hace pocos años, el sumidero se taponaba con un cántaro que se ajustaba con cáñamo y greda, y una vez taponado, el agua se eleva hasta salir por los caños. Esta labor hay que hacerla con muchísima rapidez, pues dado el gran caudal que arroja este nacimiento, apenas se dispone de unos minutos para salir, antes de que suba el nivel del agua. Cada vez que se quiere secar la fuente para su limpieza o visita al interior hay que romper el cántaro, en la actualidad el sistema que se utiliza es una compuerta de hierro.

Merece la pena aprovechar alguna de las pocas ocasiones en las que se abre al público su interior y visitar las galerías subterráneas.


 Una vez dentro se puede comprobar que  está perfectamente libre de moho, las piedras se conservan con la misma limpieza que el día de su construcción, el agua clara fluye con gran caudal a través de las galerías en forma de “T” y cuando se llega a cada uno de los manantiales se puede comprobar a la enorme cantidad y fuerza  con la que nace el agua.

Como curiosidad se puede añadir que el caudal de agua  que arroja esta fuente se aproxima a 3000 litros por minuto, y el  caudal del rio Tajo, a su paso por esta zona es de 3000 litro por segundo.







Ana I. García García


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